La Matrix Inclusiva

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Elvira Fernández Pena es maestra en la Educación Pública y escritora creativa y divulgadora. Desempeña su labor como docente en el CEIP «Mestre Martínez  Alonso» donde es maestra de Educación Primaria y especialista en Educación Musical. Además es coordinadora de Convivencia y coordinadora del proyecto de rediseño de ambientes lúdicos y patios inclusivos “O patio que soñamos”. Su desempeño como escritora creativa y divulgadora lo realiza en su sitio web Atención selectiva, un lugar para la reflexión educativa y para compartir recursos educativos, y ahora en el podcast que nos presenta hoy, Atención selectiva, el podcast.

El pasado 23 de octubre tuve el placer de hacer algo que me encanta, hablar sobre mi centro escolar, el  CEIP «Mestre Martínez  Alonso, un lugar en el que he crecido plenamente a nivel profesional y a nivel personal. No lo hice por ser
nadie en especial, simplemente me tocó mostrar la realidad de un centro educativo de atención preferente, en nuestro caso, de alumnado con condición del espectro autista. Y lo hice a través, y acompañada, de personas a las que
admiro y estimo, y en esta plataforma que es para mí, un símbolo de la educación inclusiva actual. Muchísimas gracias, me gustaría decir lo primero, a Ingrid Mosquera por pensar en mí siempre y en mi escuela, y a Aula Desigual
por poner el espacio, un espacio que he podido conocer desde dentro y por el que siento ahora ya no solo más respeto, sino también más cercanía.

Un curso con una visión multifocal del movimiento inclusivo, que además ha sido respaldado por tantísimas compañeras y compañeros, en el que hemos compartido y aprendido de los mejores y de las mejores en un entorno virtual sin precedentes; es sin duda, una de esas experiencias que una recuerda para siempre. No han sido para menos los momentos de emoción y de orgullo, al hablar de una realidad que vivimos en muchas ocasiones en burbujas o islas,
pero que en este encuentro han tenido respaldo y apoyo. No puedo más que abrazar una y otra vez, aunque sea virtualmente hablando, a mis compañeros de Space: Marta, Pablo y Elisa. Qué orgullo siento y qué suerte el haber
coincidido con profesionales de esta talla. Para mí, las personas que he conocido a través de Ingrid en esta oportunidad, son lo mejor de este curso.

Ya con la perspectiva de haber pasado ese momento de nerviosismo, porque como expliqué, no hablaba de un proyecto personal, sino que estaba hablando de mi centro educativo: un lugar en el que he dejado ya más de una década de
trabajo conjunto, muchas horas de tratar de mejorar, sueños y metas por alcanzar, etc.; puedo afirmar que esa ocurrencia loca del final de la charla, de la que tantas bromas he hecho, puede ser una buena síntesis de lo vivido por
mí en este gran evento.

Así recuerdo yo, el día 23 de octubre y mi pequeña contribución a este proyecto de docentes, familias y expertos y expertas en materia de inclusión educativa:

Y es que como dije en su día, al más puro estilo friki y nerd, no lo voy a ocultar; creo que vivimos tiempos en los que es necesario despertar a mucha gente, cambiar miradas y predicar con esa “pastilla roja”. Es el momento de desvincularse de viejas creencias de sistemas educativos obsoletos, decadentes e injustos, que no cumplen, ya no solamente la normativa educativa sino con los derechos fundamentales de muchas personas. Esos sistemas caducos, dejados, despreocupados e irresponsables que nos han vendido como certeros. Porque en estos tiempos de opiniones polarizantes, especialmente en lo educativo, se nos venden ideas que recortan los derechos de nuestro alumnado como únicas y verdaderas. Se critica, se persigue y se señala al docente inclusivo porque es agente del cambio, porque es innovador, porque siempre tiene una visión de mejora, de sacrificio y trabajo duro, porque elige el camino difícil.

Cursos como este, son para mí, como esa píldora roja que te hacer ver la matrix tal y como es, con sus dificultades, sí, con su trabajo, con su dedicación; pero haciendo justicia a la situación real de miles de personas.
Lo tengo muy claro. La educación será inclusiva, o no será educación. Este fue mi alegato final en el space de Ingrid y no puedo más que agradecerle que reuniera las condiciones para vislumbrar esta epifanía. Gracias a esta experiencia me he reafirmado y me he encontrado con personas que ven la realidad de un modo compartido, que han decidido tomar el camino de la justicia social, que derriban barreras y que viven inmersos e inmersas en la matrix inclusiva.

Y es que de esto hablamos Marta, Pablo y Elisa y yo, contando la realidad de nuestros centros educativos con sus similitudes y también con sus diferencias.
Hablamos de realidades tan duras como que un centro de atención preferente a alumnado con diversidad motórica lo sea simplemente por tener un ascensor, pero igualmente puede tener barreras arquitectónicas. Hablamos de que las dificultades en cuanto a los recursos humanos son cada día más palpables, de la necesidad de aumentar el número de orientadores y orientadoras, de lo duro y lo bello que es este trabajo, de lo que te hace crecer como profesional, de la
realidad en centros educativos que no son como la gran mayoría y por tanto demandan un apoyo que ahora mismo no siempre hay.

Hoy me gustaría compartir contigo, que lees estas líneas, la importancia de tomar conciencia de que estamos rodeados y rodeadas de situaciones injustas y capacitistas en nuestro sistema educativo y a nivel social, muchísimo más.
No es algo de lo que muchas veces seamos conscientes en un primer momento y la verdad, nos ha pasado a todos; pero no por ello debemos seguir dejándonos llevar por la marea. Con marea me refiero a la influencia de la red social de moda, de la opinión del docente relevante o simplemente del “aquí siempre se hizo así”. Todos debemos mejorar nuestra práctica docente e irla adaptando cada día a nuevos proyectos de mejora. Lo que ayer era inclusivo, hoy ya solamente es una visión antigua. Las pedagogías y especialmente el desarrollo del DUA nos muestran tiempos de actualización constante para aquellos que queremos atender a nuestro alumnado de manera justa y eficiente. No debería haber centros de atención preferente, todos los centros deberían tener preferencia para atender al alumnado de una manera equitativa y justa y esta responsabilidad es del político tanto como del docente, porque a todos nos dan la oportunidad de escoger nuestro camino en esta matrix inclusiva.

“Tarde o temprano te darás cuenta, al igual que yo, de que hay una diferencia entre conocer el camino y andar por el camino”. Morfeo en The Matrix.